No se si a vosotros os pasa lo mismo que a mí: De repente, oímos en las noticias aquello de “hoy empieza el otoño” y nos cuesta identificarnos con la estación. Todavía hace mucho calor, vamos vestidos de pleno verano y alargamos las noches al aire libre.
Pero de repente, llega un día en que lo sientes: Notas que se ha acabado. Que apetece envolverse con algo y que tu paleta de colores mental ha cambiado. Entran en escena los ocres, la gama de granates y teja, los colores del tweed.
A mí esto me ocurrió ayer. Ayer sentí que mi adorado verano se había terminado definitivamente y cambié el chip. Empecé a pensar en tono de otoño y eso me inspiró para diseñar la decoración de un evento cercano.
Lo primero que me vino a la cabeza es que es un regalo poder casarse en otoño, por varios motivos:
Para una boda en otoño hay que pensar definitivamente en venues cerrados. Aunque sigamos disfrutando del buen tiempo, la carpa al aire libre ya no es una opción, pero todavía podemos disfrutar de un buen aperitivo en exteriores. Por tanto, nuestro objetivo a la hora de decorar será integrar al máximo el exterior con el interior.
Esa imagen de película, de estar paseando por un bosque, pisando las hojas secas y contemplando la maravilla del fall, con los árboles de colores, nos inspira a la hora de elegir las gamas para crear los arreglos florales, los manteles, el ramo de la novia y por qué no, el vestido de las Damas de Honor.
Por último, no podemos olvidarnos de la importancia de las velas porque, aunque nos acompañan todo el año y son un elemento imprescindible para la decoración, la llama viva en otoño nos evoca esa chimenea que ya apetece encender.
Si estás pensando en casarte en otoño, o cualquier otra época del año, no dudes en contactar conmigo, estaré encantada de ayudarte.
*Todas las fotos son inspiración*
