Cuando se cuela un invitado incómodo en la boda: el Covid19

Hay un momento para cada cosa y en este momento nos toca ser prudentes. Desde que empezó el confinamiento, vuestros planes de boda se han visto alterados. 

Para todas aquellas parejas prometidas que piensan en el día de su boda

 

Cuando nos conocimos, os explicamos cuál es nuestro papel en la organización de vuestra boda y uno de los puntos era “resolver los imprevistos“, que suele haberlos!

 

Hoy, esta función cobra más sentido que nunca. Estamos confinados pero no estamos parados. Aquí seguimos… Pensando en vosotros, buscando fechas alternativas, cambiando agenda con los fotógrafos… Es nuestro trabajo y ahora más que nunca.

 

 El primer mensaje que quiero dar a todas las parejas, porque creo que es muy importante, es el siguiente: Mover la fecha no significa ir a un plan B. La nueva fecha seguirá siendo el plan A: con la misma ilusión, con la misma emoción, con todos los detalles y sorpresas previstos… Tendréis la boda que habíais soñado. 

 

Preguntas y respuestas ante el Coronavirus

 

A continuación, hago un resumen de las preguntas más frecuentes que hemos recibido estos días en nuestras Redes Sociales, por si os sirven de orientación. 

1) ¿Cómo estáis cambiando la fecha de las bodas?

 

Esta ha sido vuestra pregunta más frecuente durante estos días.

Primero valoramos cuáles eran vuestras prioridades: Una boda al aire libre, vistas al mar, que la fecha fuese en un  Puente porque venía gente de fuera…

En función de la respuesta, estamos optando por: buscar una fecha disponible en otoño, aplazarla al año que viene o plantear una boda más reducida. Tranquilos! Para todos estamos encontrando una buena solución.

2) ¿Qué pasa con el vestido de novia?

 

No pasará nada grave con el vestido, porque los diseñadores tienen suficientes recursos para tunear, en caso de que haya un cambio de hora o de mes que obligue a modificar algunos detalles, como el escote o el largo de manga.

3) ¿Qué pasa con las invitaciones?

 

Recomendamos, primero de todo, mandar un «Save the date» por Whatsapp con el cambio de fecha.

Si las invitaciones ya estaban impresas, podemos mandar las mismas añadiendo una tarjeta anexa.

Muchos novios tienen una web con información práctica. Ahí también se irán anunciando los cambios.

4) ¿Cómo responden los catering y las fincas?

 

De forma espectacular. Todos somos profesionales y nos ponemos en la piel de los novios. Todo están siendo facilidades.

5) ¿Qué es lo más difícil de estos cambios improvisados?

 

Encontrar fecha disponible, sobretodo si hay que cuadrar iglesia y banquete.

6) ¿Qué es lo que no perderemos de vista?

 

Que el plan B no será nunca un apaño. Siempre seguiremos diseñando ese evento como si fuese el único, que incluya todo lo que los novios habían planeado.

7) ¿Se puede celebrar una boda a finales de junio?

 

A día de hoy, es imprevisible pero realmente, es muy justo. Si se trata de una boda íntima, cabe la esperanza. Si es de más de 50 invitados, es posible que las autoridades no permitan esa concentración de gente todavía. 

Por tanto, si existe la posibilidad de mover la fecha, yo os lo recomendaría. 

 

8) ¿Se encuentran fechas disponibles para otoño?

 

Sí, se encuentran pero difícilmente en sábado. Es cuestión de cambiar el chip: estamos poniendo bodas en jueves, viernes y domingos. Why not?

Será más problemático para esos invitados que deban desplazarse desde otras ciudades o, incluso, desde el extranjero. Pero al final, hay que inclinarse por lo que conviene a la mayoría. Dadas las circunstancias, la gente hará un esfuerzo por reservar su agenda para esa nueva fecha.

9) ¿Es mejor esperar un año?

 

Es una buena opción.  Realmente, tenemos la esperanza de que en un año exista vacuna o tratamiento y no vivamos con miedo al contagio.

De todos modos, cada circunstancia es distinta. Hay parejas que pueden permitirse aplazar la boda, pero hay otras que dependen de planes laborales o cualquier otro factor. En estos casos, no es una opción esperar un año más y hemos reubicado la fecha en 2020.

10)¿Y si los proveedores te aumentan sus tarifas por aplazar al año que viene?

 

Ningun profesional debería cobrar más por estos cambios, porque no son culpa vuestra.
Aquí perdemos todos pero mi objetivo siempre será facilitaros las cosas al máximo.

11) ¿Podemos extraer algo positivo?

 

Por supuesto. Siempre ha de ser así. En mi caso, esta es mi reflexión:

En primer lugar, la confirmación de que estamos trabajando con los mejores profesionales: versátiles, humanos y sensatos, están poniendo todo de su parte para no aumentar el disgusto que supone para muchas parejas, el tener que cambiar sus planes.

En segundo lugar, he descubierto que ingenio de la gente nos está llevando a improvisar planes maravillosos en los sitios menos pensados.

En algunos casos, esta circunstancia ha hecho replantear a la pareja si realmente hacía falta tanto montaje… Han optado por una boda más sencilla y no por esto menos bonita ni menos sentida.

En definitiva, estoy aprendiendo mucho de todo esto y también yo me replanteo muchas cosas.

Cuando llegue ese día en el que inicialmente os ibais a casar, celebrad en privado vuestra boda.

Que no pase por alto esa fecha y que cada año recordéis vuestro aniversario “real’ y el otro.

 

 

 

Mi más sincero apoyo,

 

  Gemma Gonzalez

 

  

 #yomequedoencasa pero seguimos a tope!

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